Desde el kiosko cobra la plaza otra vista, pero en realidad estamos acostumbrados a ver la vida casi siempre desde la isma loma o desde el mismo hoyo. En este caso la lejania y aproximación de la toma hace que uno se sienta dentro del Kiosko, que la vista no rete a ver más allá de esta vista y darle vuelta al rrededor para saber que hay más allá de esta ventana. Asi es Peñon Blanco Durango
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